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A pesar de tener uno de los ecosistemas marinos más ricos del país, la costa de La Higuera ha estado en permanente riesgo. Durante la primera década del 2000, tres centrales termoeléctricas a carbón pretendieron instalarse en la comuna, muy cerca de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Fue en medio de este peligro inminente que Oceana inició en 2009 una serie de cuatro expediciones con el fin de elaborar una propuesta de Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos que permitiera proteger de manera definitiva esta zona.

Antes de que Oceana iniciara sus expediciones, ya existía un extenso conocimiento de la diversidad de flora y fauna marina presentes en las aguas de las islas Choros-Damas e isla Chañaral, gracias al trabajo científico que habían llevado adelante instituciones como la Universidad Católica del Norte. En esta zona de Chile, existe un sistema de ocho pequeñas islas que forman un laboratorio natural para el estudio de distintos tipos de ballenas, delfines y aves marinas, entre las que destaca el pingüino de Humboldt, cuya mayor población mundial habita en esta área.

Buscando complementar la información científica existente, Oceana organizó una primera expedición submarina para documentar con imágenes de alta resolución la biodiversidad de este archipiélago a una profundidad que fluctuó entre los 20 y 140 metros, registrando una fauna muy diversa de corales, esponjas y peces, además del descubrimiento de una gorgonia a más de 100 metros de profundidad.

En 2012, se llevó a cabo la primera expedición donde se utilizó el vehículo operado a control remoto (ROV) de Oceana Chile, único equipo en el país en esa época y que permitía registrar imágenes en alta resolución hasta los 600 metros. Por primera vez fue posible documentar varios ejemplares de gorgonias, un tipo de coral, además de frágiles esponjas marinas, pruebas fehacientes que ayudaban a desmentir a la industria pesquera de arrastre, la cual por años había sostenido que el fondo marino de la zona era solo fango o arena habitado únicamente por langostinos y jaibas.

Los hallazgos permitieron que, en 2014, Oceana realizara una expedición que comparó zonas arrastradas y no arrastradas, comprobándose que aquellas donde no se había usado pesca de arrastre en los últimos cinco años, aún no presentaban signos de recuperación. El descubrimiento sirvió de insumo para presentar una propuesta que terminara progresivamente con la pesca de arrastre de fondo y que fue anunciada por las autoridades en 2017.

En las expediciones venideras, entre observaciones de buzos documentalistas en aguas someras y filmaciones con el ROV hasta 400 metros de profundidad, se sumaron una serie de otros hallazgos entre los que se destaca el primer registro de un coral negro en aguas costeras de Chile continental. En el sector de Bajo El Toro, se documentó además la existencia de extensos bosques de macroalgas, ubicados entre 15 y 20 metros de profundidad, albergando una gran diversidad de peces de roca.

Estos descubrimientos se sumaron al ya abundante conocimiento científico recabado en la zona, y se pudo establecer la presencia de 187 especies macro bentónicas; 68 tipos de peces, muchos de ellos presentes muy cerca de la costa, a los que se sumaron 122 tipos de aves y 21 de mamíferos marinos, entre ellos, la única colonia de delfín nariz de botella residente que existe en Chile, además de especies en peligro de extinción como el chungungo y el petrel buceador yunco.

La abundancia de vida se debe a un fenómeno oceanográfico conocido como surgencia, el cual permite que aguas profundas, frías y ricas en nutrientes, fertilicen las aguas superficiales, facilitando el florecimiento del fitoplancton, microorganismos que son el punto de partida de la trama trófica en los ecosistemas marinos del mundo, permitiendo que la costa de La Higuera sea una de las zonas más productivas de toda la corriente de Humboldt, la que recorre Chile y Perú.

A pesar de la evidencia recolectada en las expediciones de Oceana y de los estudios científicos de la academia, aún no se ha concretado la protección definitiva de este ecosistema, el que actualmente se encuentra amenazado por los proyectos industriales Puerto Cruz Grande de CAP Minería y Minera Dominga de Andes Iron.

Participantes de las expediciones:

  • Matthias Gorny / Jefe científico del crucero y piloto de ROV
  • Liesbeth van der Meer / Coordinadora de ROV
  • Lucas Zañartu Bravo / Camarógrafo submarino y de superficie
  • Catalina Sapag / Asistente de ROV
  • Fernando Loyola / Asistente de ROV y buceo
  • Cristian Gutierrez / Asistente de ROV
  • Eduardo Sorensen / Fotografía submarina
  • Fernando Luchsinger / Cinematografía submarina
  • Manu San Félix / Cinematografía submarina
  • Nathan Lefevre / Ayudante de cinematografía submarina

Embarcación: Stella Maris II

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Documentos Asociados

First record of black corals in shallow coastal waters of northen Chile

Informe sobre la biodiversidad bentónica: Islotes Pájaros, Bajo El toro e Isla Chungungo

Propuesta para la creación del Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos en La Higuera e Isla Chañaral