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A 660 kilómetros de Chile continental, los pescadores de Juan Fernández tienen de qué enorgullecerse: su producto estrella, la langosta, no sólo es reconocida a nivel mundial por su calidad, sino también por la forma sustentable en que los propios pescadores la han manejado por más de 100 años. El ambiente marino de este archipiélago es único, con un alto endemismo de peces, corales y otras especies que conviven en medio de una geografía especial, donde los numerosos montes submarinos entregan condiciones perfectas para el desarrollo de increíbles ecosistemas.

Conscientes de la riqueza de su entorno, fueron los habitantes del archipiélago los que tuvieron la inquietud de buscar alguna figura de protección que les permitiera conservar este ecosistema y defenderlo de la amenaza de la pesca de arrastre. Fue así, que Oceana comenzó a apoyar a la comunidad a través del levantamiento científico de información para detener, en primera instancia, el arrastre en los montes submarinos, lo cual culminó en 2013 cuando Chile se transformó en el primer país del mundo en proteger de este arte de pesca cada uno de los montes presentes en aguas nacionales.

Con la ley ya decretada, Oceana puso en marcha la planificación de un nuevo viaje exploratorio con el propósito de verificar el estado en que se encontraban los montes submarinos que habían sido más afectados por la pesca industrial. Mediante un registro visual fue posible comprobar el daño ocasionado y tener un diagnóstico completo del estado en el que se encontraba la fauna y la flora de los montes arrastrados.

En 2014, se realizó el primer registro sistemático de la fauna marina en los primeros 20 metros de profundidad de las islas Robinson Crusoe y Santa Clara, documentando la biomasa de peces endémicos como calantias o pez arcoíris y langostas.

Al año siguiente, las expediciones se concentraron en los montes submarinos arrastrados que se encuentran al Este del archipiélago, obteniendo imágenes de fondos marinos sin vida que confirmaron la eliminación de bancos de corales de mayor desarrollo, comúnmente presentes en los montes. Sin embargo, se pudo encontrar corales de pocos centímetros y el mismo nivel de diversidad que en otras islas, un dato esperanzador para los científicos que se encontraban en la expedición.

La información obtenida de todos estos viajes resultó en una serie de informes técnicos que impulsaron al Ministerio del Medio Ambiente a oficializar la creación de un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU), que posteriormente fue ampliada y rodeada por un Parque Marino de 262.000 kilómetros cuadrados.

Hoy, los pescadores de Juan Fernández continúan su labor de pesca sustentable en el área protegida, sin miedo de las amenazas que conlleva la industria pesquera. Por lo demás, algunas de las especies que no se avistaban hacía un tiempo, como el bacalao, han vuelto a recuperarse y junto a esto, uno de los ecosistemas marinos de mayor endemismo en el mundo se mantiene sano.

Participantes de las expediciones:

  • Manu San Félix / Cinematografía submarino y de superficie
  • Lucas Zañartu Bravo | Cinematografía
  • José Arribas / Cinematografía submarina
  • Fernando Loyola / Buceo
  • Eduardo Sorensen / Fotografía submarina
  • Dr. Alan Friedlander / Peces
  • Dr. Carlos Gaymer / Invertebrados
  • Ignacio Petit / Científico y buceo
  • Dr. Alvaro Palma / Científico
  • Eduardo Varas / Buzo y científico asistente
  • Matthias Gorny / Jefe científico del crucero y piloto de ROV
  • Germán Zapata / Asistente ROV y ciencia
  • Fernando Loyola / Asistente de ROV y buceo

Embarcaciones: Lancha Dressden y Tío Lalo.

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Documentos Asociados

16 marzo 2019

Informe Expedición Juan Fernández 2017